Sin duda uno de esos juegos que ya no se hacen, y no lo decimos por decir. Machiavelli the Prince es un juego de estrategia por turnos en el que interpretaremos el papel de un potentado veneciano durante la Baja Edad Media. En principio el juego trata de hacer dinero mediante el comercio, buscando las ciudades donde haya mercancías a bajo precio para venderlas en las ciudades donde paguen más por ellas. Podremos elegir entre el mapa histórico del Viejo Mundo o uno generado aleatoriamente, aunque en este último caso el juego pierde algo de encanto en mi opinión, pero se añade variedad. La dinámica del comercio está muy simplificada, los únicos costes en los que incurriremos serán los salarios de los escoltas, además por supuesto de las compras de mercaderías. Sin embargo podremos sufrir contratiempos como tormentas y ataques de piratas o bandidos. Existe la posibilidad de llegar sin problemas a Oriente por mar, mucho antes de que pudieran hacerlo históricamente los portugueses.
Si el juego se quedara en eso podría ser bueno e incluso muy adictivo, pero va mucho más allá. Los autores del juego se preocuparon realmente de estudiar la época histórica y plasmarla de una forma magistral que a la vez no resulta demasiado complicada. En el juego manejamos las riendas de una de cuatro grandes familias venecianas, y comerciar es lo nuestro, pero en nuestra lucha por la supremacía no podemos quedarnos aquí: lo más divertido del juego es meterse en política. Si nuestra familia va a ser realmente poderosa, deberemos controlar el puesto de duque de la República, para lo cual tendremos que controlar suficientes senadores mediante el soborno. Si no llegamos a lo más alto siempre podemos conformarnos con el puesto de ministro, pero siendo duque podremos nombrar nosotros a los ministros. Y claro, sólo los perdedores se contentan con el puesto de duque, para poder decir que llegamos a lo más alto deberemos conseguir para algún familiar el puesto de Papa; para ello tendremos que comprar puestos de cardenal, que a su vez producirán dinero mediante la venta de indulgencias. Para todo esto es indispensable ser popular entre nuestros conciudadanos, lo cual conseguiremos donando a la Iglesia, organizando fiestas o ejerciendo de mecenas.
Se abre así un enorme abanico de posibilidades, incluyendo las militares. Formando parte del gobierno puede tocarnos comandar el Ejército o la Armada, y siendo Papa podemos convocar una cruzada y usar a los cruzados para adelantar nuestros egoístas fines imperiales, como efectivamente ocurrió con Venecia durante la Cuarta Cruzada. Aunque tarde o temprano acabaremos contratando mercenarios. En primer lugar podemos usar los ejércitos a nuestro servicio para tomar a la fuerza ciudades que nieguen la entrada a nuestros mercaderes, o incluso sólo para controlarla y poder negar nosotros la entrada a nuestros competidores. También podemos atacar a las unidades y ciudades de éstos, aunque si lo hacemos cerca de Venecia perderemos popularidad; pero podemos hacerlo en regiones remotas casi impunemente. Por último hemos de defender nuestra ciudad de sus enemigos, a saber los genoveses, piratas musulmanes, etcétera.
Las jugadas sucias, no es que estén permitidas, es que son obligadas. Desde esparcir rumores dañinos a asesinar al Papa, pasando por provocar incendios en los almacenes de la competencia, los psicópatas no se aburrirán, y si queremos rizar el rizo siempre podemos intentar echar la culpa a un tercero. Existe la posibilidad de que nos pillen, en cuyo caso perderemos popularidad, pero merece la pena y la popularidad se repone fácilmente gastando dinero.
Un defecto de este juego es la pobre inteligencia artificial: incluso en el mayor nivel de dificultad no es difícil hacer dinero más rápido que las otras tres familias. Aunque cuando empiecen las hostilidades en serio su juego sucio siempre nos tendrá muy ocupados, por mucho que tengan menos dinero que nosotros.
Por otra parte la música es excelente y nos situará suavemente en la época bajomedieval. Además está en formato MIDI estándar así que también se puede escuchar fuera del juego con un reproductor como el Windows Media Player.
DOSBox mediante, el juego se ejecuta con MPRINCE.BAT. ¡A jugaaar! ^-->
Juego subido por Japofran
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